
Amor de piel
Soy el minotauro
ese que añoras en sueños solitarios
con mi sensual y viril caminar
el deseo se te asoma por los ojos
te aprieto con fiereza entre mis brazos,
mis labios
marcan surcos en tus senos,
mi boca te besa en la boca
entretejiendo las lenguas
mezclando nuestras salivas
arremolinándose.
El olor de tu piel
me hace estallar de pasión.
Te entregas
con tierna furia
comprendes este amor de piel
que nos ata.
Eterno domingo
De tus diamantinos ojos
emerge la noche
alojándose en tu piel.
Estos espacios
se llenan con el sabor del hastío
con el olor a domingo.
Respira el silencio
viste la soledad el rito
de ancestrales danzas.
Te trasmutas en sombra.
Si tus llameantes ojos me consumiesen.
La mujer que amé
La mujer que amé
abandonó este reino
tras la huella de Caronte
navegante de milenarias aguas
eterno cargador de almas y penas.
Desde entonces
esta carencia de todo,
este profundo y ancestral dolor
me extermina.
Si sólo pudiese transformar en palabras tu ausencia.
Entre sueños
Entre sueños
besa mis labios.
Con locura,
siento tu lujuria recorrer mi cuerpo.
Mi ciudad
Mi ciudad no es tierra de profetas, es tierra
de hombres atormentados,
castigados por vientos alucinados.
Las mujeres deconocen la soledad
de nuestros corazones.
Aquí la vida se mide por los bares,
los tragos de licor,
los besos de las sibilas, la sensual danza
al compás de la noche.
En el fuerte verano y la sequía,
la tristeza brota de sus edificios,
plazas y avenidas.
Con la lluvia diluviana emerge la más altiva y
silenciosa soledad.
Del libro Me obsequiate la soledad de este mundo. (2007) Premio del Certamen Mayor de las Artes y las Letras 2006.
Contacto: mileibyhernandez@hotmail.com
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